venerdì 1 febbraio 2019

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De Iglesia a prisión: La antigua Catedral de Santa María

Erigida hacia el 1530 en concomitancia con la construcción del baluarte que lleva su mismo nombre, la catedral contaba con un techo en madera, dos portales de ingreso (uno de los cuales lateral) y cincuenta sepulturas. Uno de los altares estaba dedicado a la Virgen Hodigitria. La catedral tuvo sin embargo una vida corta. A finales del siglo XVI el Estado la expropió porque su techo voluminoso obstaculizaba el movimiento de los cañones situados en la terrazas del baluarte. Por ello, el techo fue desmontando y sustituido por una bóveda de cañón ideal para sostener el peso de las pesadas piezas de artillería colocadas en la terraza.
 
 
 
El gran espacio interior de la iglesia, del cual sobrevive el arco triunfal, fue escenario en el siglo XVII de espectáculos teatrales. En 1830, en cambio, fue destinado a colonia penal para los condenados a trabajos forzados. Vigilados por los militares de la armada borbónica, los detenidos tenían en los tobillos grilletes de los cuales salía una larga cadena que terminaban en un anillo en hierro incrustado en el muro (existían aproximadamente cincuenta, aunque en la actualidad solo tres se conservan íntegramente ya que los demás fueron cercenados). El 16 de octubre de 1837 un guardia de la prisión fue apuñalado por uno de los detenidos, que estaba por sufrir 30 bastonazos como castigo por su mala conducta. Tal incidente provocó un intento de fuga que terminó con 7 detenidos heridos y la muerte de otro.

Los prisioneros estaban casi siempre en parejas, unidos por una misma cadena, en la cual no podían estar dos prisioneros de un mismo municipio o de municipios limítrofes. La dura vida en la colonia penal y los trabajos forzados venían mitigados durante los días festivos cuando a los detenidos se les permitía recibir visitas. En 1849 la antigua catedral se convirtió en un cuartel y algunos años después una vez más volvió a convertirse en colonia penal. También el antiguo baluarte anexo, al que en la actualidad se puede acceder a través de una escalera de hierro, fue destinado al mismo objetivo. Junto a la entrada de la catedral subsisten los restos de una letrina con 5 sanitarios a la turca usados por los prisioneros.

 

 

 
Informe de la Policía
«Objeto: Tentativo de fuga de los detenidos de la colonia penal de Santa María de Milazzo
Palermo, 26 de octubre de 1837.
…la mañana del 16 de octubre de 1837 Andrea Perna, detenido de la colonia penal de Santa María, en espera de sufrir una punición de 30 bastonazos por mala conducta, se rebela, hiriendo con un cuchillo al guardia de la prisión Andrea Ruggeri.
Su actuación incitó a la rebelión a los otros detenidos de la colonia penal, los cuales hicieron de todo para intentar la fuga. El oficial de guardia, dándose cuenta de que sus amenazas no surtían efecto, se vio obligado a ordenar el lanzamiento de granadas y gracias también a algunos disparos de fusil logró restablecer el orden.
La revuelta terminó con 7 detenidos lesionados y con la muerte de uno de ellos. El juez penal competente inicia inmediatamente un procedimiento penal en su contra»
 

Abajo, reclusos de la colonia penal de Castellammare di Stabia (Nápoles) trabajando con grilletes en los tobillos en un astillero del Estado (cuadro de J.P. Hackers, finales del siglo XVIII, conservado en el Palacio Real de Caserta).


Grilletes de una colonia penal italiana usados en el siglo XIX (Museo Criminológico de Roma)

 
 
Anillos en hierro incrustados al muro, a los cuales venían enganchadas las cadenas de los detenidos condenados a trabajos forzados. 
 
 



 
 

 
Letrina de la colonia penal de Santa María